Cómo utilizar mascarillas e inhaladores para bebés
Hoy en día muchos niños y bebés padecen asma, alergias, bronquitis y otras enfermedades respiratorias, dificultando su respiración y vida diaria. Como tratamiento, los pediatras suelen recetar inhaladores para bebés, para despejar las vías respiratorias de los pequeños mejorando así su respiración.
Muchos padres se agobian o no saben con certeza cómo administrar correctamente el medicamento a sus hijos mediante inhaladores y mascarillas. En este artículo, daremos una serie de consejos y pasos a seguir para administrar correctamente los inhaladores para bebés. Además, mostraremos los tipos de inhaladores que existen y expondremos los beneficios del nebulizador.
Cómo administrar los inhaladores para bebés
El inhalador es el medicamento o tratamiento que manda el pediatra a los niños o bebés para mejorar sus síntomas de asma, alergia, fiebre, o enfermedades respiratorias. Permite alcanzar altas concentraciones de fármacos en las vías aéreas, haciendo que la medicación funcione antes, tenga un mejor acceso a las vías respiratorias y provoque menos efectos secundarios.
Es importante saber que el inhalador se debe administrar mediante una mascarilla y no directamente. Debemos buscar la mascarilla que mejor se adapte a nuestro bebé, teniendo en cuenta su tamaño y edad. Para ello, elegiremos aquella que ocupe la nariz y boca del bebé y que selle correctamente para que el aire no se escape. Los tipos de máscara se dividen por colores y edades:
- Naranja: Para bebés de 0 a 18 meses de edad.
- Amarillo: Para niños de 1 a 5 años.
- Azul: Para niños mayores de 5 años y adultos.
Cuando sepamos qué mascarilla es la adecuada para nuestro bebé, deberemos seguir los siguientes pasos para administrar el inhalador correctamente:
- Agitar el inhalador y colocarlo en la cámara. Accionar el pulsador para impregnar las paredes de la cámara con el medicamento.
- Colocar la mascarilla en la cara del bebé, asegurándonos del sellado y la posición idónea. Sujetar con una mano la cámara y con la otra la mascarilla. Evitar el giro del cuello del pequeño, ejerciendo presión con el dedo pulgar e índice (en forma de V) y con los otros sujetando su cabeza por la mandíbula.
- Apretar el inhalador. Esperar el tiempo adecuado para que el bebé realice entre 6 y 8 respiraciones.
Durante este proceso, podremos cantar o hablar con el bebé para tranquilizarlo y hacerle más llevadero el proceso. Si el pediatra ha recetado más de una aplicación de inhalador, se deberá realizar el mismo proceso teniendo en cuenta:
- Cada 2 aplicaciones, retirar la mascarilla y comenzar de nuevo con el primer paso, pudiendo saltar el paso de la impregnación.
- Si se tiene que cambiar de inhalador, se deberá realizar el proceso desde el principio siguiendo todos los pasos.
Deberemos limpiar la mascarilla, al menos, una vez a la semana. Para ello, podremos separar sus partes y sumergirlas en agua con jabón durante 15 minutos y dejarlas secar al aire; o utilizar un programa corto de lavavajillas, poniendo cada parte de la cámara en posición vertical.
Tipos de inhaladores para bebés
Aerosol presurizado
Consiste en un sistema dentro de un recipiente de aluminio con una válvula que libera el medicamento en gotas muy finas. Se usan principalmente como tratamiento para la bronquitis. Su principal inconveniente reside en que se debe aspirar justo cuando salga la medicación y aun así sólo un tercio del medicamento llega a los pulmones. Para utilizarlos en bebé se requiere el uso complementario de una mascarilla o boquilla.
Inhaladores de polvo seco
Son eficaces contra la bronquitis y algunos incluyen varios medicamentos en una sola aplicación. Además, no están fabricados con propelentes (gas utilizado en aerosoles para impulsar las sustancias de su interior).
No se necesita una coordinación entre el momento de la pulsación y la aspiración para que funcione. En cambio, se necesita aspirar con fuerza para ingerir el medicamento, por lo que se desaconseja su uso en niños menores de 6 años.
Nebulizadores
Un nebulizador es una pequeña máquina que transforma un medicamento líquido en muchas gotitas (fina niebla) para que pueda ser inhalado mediante una mascarilla o boquilla inhaladora. En el mercado podemos encontrar dos tipos de nebulizadores: Nebulizadores ultrasónicos y nebulizadores a pistón (tipo jet).
Los principales beneficios del nebulizador residen en que no precisa coordinación con la respiración del niño. Además, resultan muy útiles como tratamiento para la bronquitis, laringitis, bronquiolitis, hipertrofia adenoide o para crisis asmáticas graves. Se pueden utilizar con corticoides, mucolíticos, suero salino hipertónico, broncodilatadores, etc.
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