La protección solar es esencial para cuidar nuestra piel, pero con tantas opciones disponibles, puede ser difícil decidir qué es lo mejor. En este post, te explicaremos las diferencias entre el aceite y la crema solar, sus beneficios y propiedades, y cuándo deberías elegir uno u otro. ¡Sigue leyendo para descubrir cuál es la mejor opción para ti y tu familia!
Aceites solares: beneficios y propiedades
El aceite solar es un tipo de protector solar que se presenta en forma líquida y se aplica sobre la piel para protegerla de los rayos UV. A menudo contiene ingredientes naturales que nutren e hidratan la piel, dejando un acabado brillante y suave.
Entre sus principales beneficios podemos destacar:
- Hidratación intensa: Los aceites solares suelen estar formulados con aceites naturales como el aceite de coco o de argán, que hidratan profundamente la piel.
- Acabado brillante: Dejan la piel con un acabado luminoso y radiante, ideal para quienes buscan un aspecto brillante y saludable.
- Fácil aplicación: Su textura líquida permite una aplicación rápida y uniforme, cubriendo grandes áreas del cuerpo sin esfuerzo.
- Aromas agradables: Muchos aceites solares tienen fragancias agradables que hacen que su aplicación sea una experiencia sensorial agradable.
Se caracterizan principalmente por:
- Absorción rápida: Se absorben rápidamente en la piel sin dejar una sensación pegajosa.
- Protección eficaz: Ofrecen una buena protección contra los rayos UV, aunque puede que no sean tan duraderos como las cremas solares y necesiten reaplicarse con más frecuencia.
- Ingredientes naturales: Suelen contener ingredientes naturales que cuidan la piel mientras la protegen del sol.
Crema solar: beneficios y propiedades
La crema solar es un protector solar en formato cremoso que se aplica sobre la piel para protegerla de los rayos UV. Es la opción más común y ampliamente recomendada por los dermatólogos para todo tipo de piel. En Vistafarma, puedes conocer la mejor selección de protectores solares faciales y protectores solares corporales .
Entre sus principales beneficios destacamos a :
- Protección duradera: Las cremas solares suelen ofrecer una protección más duradera que los aceites solares, especialmente las formulaciones resistentes al agua.
- Amplio espectro: La mayoría de las cremas solares proporcionan protección de amplio espectro, defendiendo la piel contra los rayos UVA y UVB.
- Adecuado para pieles sensibles: Existen muchas cremas solares formuladas específicamente para pieles sensibles, con ingredientes que minimizan la irritación.
- Variedad de texturas: Disponibles en diferentes texturas, desde cremas ligeras hasta lociones más espesas, para adaptarse a diferentes tipos de piel y preferencias personales.
Se diferencian por:
- Cobertura completa: Proporciona una cobertura completa y uniforme, asegurando que toda la piel esté protegida.
- Menos brillo: A diferencia de los aceites, las cremas solares suelen tener un acabado mate, lo que las hace ideales para quienes prefieren una apariencia sin brillo.
- Fórmulas especializadas: Hay fórmulas para todo tipo de necesidades, como cremas para deportes, resistentes al agua, anti-edad y más.
¿Cuándo elegir uno u otro?
Aceite solar
- Para pieles secas: Si tienes la piel seca, el aceite solar puede ser una excelente opción debido a su capacidad de hidratación.
- Para un look brillante: Si prefieres un acabado brillante y radiante en tu piel, el aceite solar es ideal.
- Aplicación rápida: Para aplicaciones rápidas y cubrir grandes áreas del cuerpo fácilmente.
Crema solar
- Para pieles sensibles: Si tu piel es sensible o propensa a alergias, una crema solar formulada para pieles sensibles será más adecuada.
- Para protección duradera: Si buscas una protección que dure más tiempo y sea resistente al agua, la crema solar es la mejor opción.
- Para un acabado mate: Si prefieres un acabado sin brillo, la crema solar es la opción indicada.
Tips para una correcta protección solar
- Aplica suficiente producto: No escatimes en la cantidad de protector solar. Usa suficiente para cubrir todas las áreas expuestas de tu cuerpo.
- Reaplica regularmente: Reaplica cada dos horas, o más frecuentemente si estás nadando o sudando.
- No olvides las áreas pequeñas: Protege zonas a menudo olvidadas como las orejas, el cuello y los pies.
- Usa protector solar incluso en días nublados: Los rayos UV pueden atravesar las nubes, así que asegúrate de protegerte todos los días.
- Complementa con ropa y accesorios: Además del protector solar, usa sombreros, gafas de sol y ropa protectora para una protección extra.
- Toma antioxidantes con frecuencia. La ingesta de nutricosméticos solares preparan la piel antes de la exposición solar y reparan la piel por dentro.